«Nada se podía hacer por él. Era el Domingo de Pascua y los fascistas avanzaban hacia el Ebro. Estaba nublado y gris, con techo bajo, y por tanto no empleaban la aviación. Eso, y el hecho de que los gatos saben valerse por sí mismos, era toda la suerte que le quedaba a ese viejo.»

En un día como hoy, este conmovedor relato corto de Ernest Hemingway (“El viejo en el puente”, ilustrado por Pere Ginard) nos invita a recordar a todas las víctimas y exiliados del franquismo, muchos de los cuales siguen desaparecidos en fosas comunes. Todos ellos merecen justicia y reparación.