El viejo del puente
El viejo del puente
Por Gretel, 2017
El viejo del puente es un relato de tan sólo cuatro páginas. El escritor estadounidense Ernest Hemingway lo escribió en 1937, mientras actuaba de periodista en la guerra civil española. Pero no lo envió como una crónica para su diario, sino que lo elaboró como un relato, lo envió por cable desde Barcelona en abril de 1938 y fue publicado el mismo año en Ken Magazine. Un relato breve, sobrecogedor en su cotidianidad bélica, y que hoy adquiere nuevas dimensiones ante el drama de los refugiados. Porque el viejo detenido ante el puente, agotado, desorientado, que sufre por los animales que ha debido abandonar y que el lector sabe indefenso ante el inminente ataque franquista es sin duda una imagen representativa de cualquier refugiado de cualquier guerra. Al indiscutible dominio de la precisión del relato de Hemingway se añaden aquí 14 imágenes excelentes, a página y doble página, del reconocido ilustrador Pere Ginard; 14 imágenes que son, en realidad, la parte más extensa del libro y que desfilan ante nuestros ojos como un largo eco de la potencia del texto. Tal como nos dice Ginard en la información de las solapas, se ha inspirado en los fotomontajes de John Heartfield, el cartelismo de la época y las fotos de guerra de Gerda Taro y Robert Capa, con una aplicación de color que remite al pintor Antonio López “un color que fuera capaz de sugerir tanto las texturas como la tragedia”. La buena edición del libro se completa con un epílogo que sitúa brevemente los hechos, a cargo del historiador Ian Gibson, especialista en el tema, y se cierra con una cronología de la guerra civil española. Las solapas se dedican respectivamente al autor del texto y de las imágenes. El resultado de tantos nombres de primera línea reunidos por esta brillante editorial es una obra memorable. Libros del Zorro Rojo eligió precisamente este libro de su catálogo para su presentación en el Simposio “10 años de LIJ” organizado recientemente por GRETEL. Regaladlo a todos los adolescentes y guardadlo con celo en vuestra propia estantería.
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