Nat Cardozo habla sobre «Origen»
Origen
El Periódico de España, 12 de noviembre de 2023.
Nací en 1982, en el invierno de París y en el exilio de mis padres. Mi madre era asistente social, oveja rebelde de una familia adinerada; mi padre, delineante proyectista y profesor, de origen humilde. Ambos se salvaron de una muerte anunciada en la dictadura uruguaya, donde muchos fueron secuestrados, torturados y encarcelados. Ellos se conocieron en Francia, el país que los acogió. Ese contrapunto marcó el tono familiar en el que crecí.
Cuando cumplí 3 años regresamos a Uruguay, donde el contraste entre la sociedad privilegiada y los contextos más vulnerables me marcarían profundamente. Iba becada al Liceo Francés y los fines de semana los alternaba entre ambas familias. Adoraba acompañar al trabajo a mi madre, en pleno corazón del cantegril (barrio de chabolas), donde merendaba junto a otros niños que vivían en situaciones extremas. La hora de la cena en mi casa era sagrada.
Rodeados de estanterías repletas de libros, hablábamos de historia, política y actualidad. Literatura, arte y naturaleza eran mi oasis personal. Cualquier interés particular sobre un tema me incentivaba a buscar información en los libros. Surgían, sin embargo, preguntas punzantes para las que parecía no haber una respuesta sencilla: ¿dónde había surgido toda esa desigualdad?, ¿por qué destruimos el planeta en el que vivimos?
Era muy idealista y, aun así, el contexto de mis padres no era el mío. Pronto descubrí que las formas de expresión tampoco. Comencé a trabajar y viajar en busca de experiencias. Vivir en otros países me permitió ver la diversidad como una riqueza de la que podía nutrirme y expandir mi percepción del mundo. Con una perspectiva renovada, entendí que podía hacer algo desde mi vocación artística, y se abrió ante mí un universo nuevo de posibilidades.
El origen de la humanidad
Y fue cuando comencé a conocer distintas culturas indígenas que vislumbré una posible respuesta a mis preguntas. A medida que exploraba su forma de entender la vida y atisbaba la claridad con la que se identifican con la naturaleza, todo fue cobrando sentido. Distintos pueblos, sin relación aparente entre sí, repartidos en diferentes puntos del planeta, comparten esa visión, heredada de antepasados aún más remotos que nos remontan a los orígenes de la humanidad.
Estaba fascinada ante la evidencia: somos naturaleza que vive en nosotros, no a nuestro alrededor. Eso nos posiciona a los seres humanos en un lugar muy distinto al que creemos ocupar. Y desde ese punto, es fácil percibir que las culturas de los pueblos indígenas son una fuente inagotable de sabiduría de la que podemos inspirarnos y aprender. Pues, en definitiva, ellos perciben una conexión que las sociedades de consumo han olvidado. Y todo en sus vidas gira en torno a ello: las relaciones sociales, la salud, la lengua, lo que entienden por abundancia o por éxito o incluso su percepción del tiempo. Son, además, las poblaciones socialmente más marginadas del planeta que, sin embargo, custodian más del 80% de la biodiversidad terrestre.
Origen aspira a ser algo más que un libro que se ocupa de los pueblos originarios. Es un intento de reflexionar sobre nosotros mismos, de ver el mundo desde otra perspectiva y con otra profundidad. Y en lo personal, es el camino –y a la vez, un resultado tangible– de esa búsqueda de muchos años que ha ido creciendo conmigo y tomando forma a medida que iba encontrando algunas respuestas. No es un camino recto, más bien sinuoso, lleno de desafíos y nuevas preguntas. Pero es un camino a casa.