La «Divina comedia» de Dante, adaptada por Seymour Chwast - Libros del Zorro Rojo

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La «Divina comedia» de Dante, adaptada por Seymour Chwast

La «Divina comedia» de Dante

Por Iván Pintor Iranzo, Diari de Tarragona, 25 de noviembre de 2023

Cómic: El sueño eterno

“Abandonad toda esperanza, quienes aquí entráis”, reza la pavorosa inscripción que flanquea la entrada al Infierno en la Comedia de Dante, el relato del viaje ultramundano del propio Dante, un tratado teológico-moral y, también, el más importante de todos los libros jamás escritos acerca de cómo leer las imágenes. Como si del largo friso de un enorme cómic espiral se tratase, la sucesión de escenas que se despliegan ante Dante son viñetas condenadas a la eterna repetición de un mismo movimiento, el ejercicio de una misma condena o el relato de un mismo hecho atado a la materialidad de su enclave. La guía de Virgilio es también la pedagogía de un teórico que va haciendo las descripciones, las ekfrasis de esas imágenes en las que se concita todo el problema de la plástica occidental: la tensión entre detención y movimiento, el hilván entre una imagen y otra, el pensamiento móvil de las imágenes.

Para Seymour Chwast, la continuidad vibrante del dolce stil nuovo de Dante se transforma en la sequedad lacónica del diagrama narrativo, de una organización de la página concebida como esquema a través de la cual insufla la voz de la parodia. Como otros muchos autores que han releído Dante en el cómic a través de la cultura pop, de Marcello Toninelli a Michael Meier o Hunt Emerson y Kevin Jackson, Chwast pone en correlación la tradición del imaginario dantesco, tan marcada por las ilustraciones de Gustave Doré, con una iconografía ajena que prueba la perpetua movilidad de las figuras creadas por Dante. Dante, protagonista, aparece convertido en un detective con gabardina, pipa y sombrero, y Virgilio se presenta como un elegante caballero con gafas, bombín bastón y bigotes engominados, lejos de la lectura postmoderna del Detective Dante de Roberto Recchioni y Lorenzo Bartoli.

A partir de ese momento, toda la obra aparece releída a través de los códigos del cine negro norteamericano, de modo que los despilfarradores aparecen repartiendo billetes sobre un automóvil de los años treinta, el enfrentamiento entre Güelfos y Gibelinos adquiere los visos de dos bandas mafiosas del Hollywood clásico, Justiniano es un bailarín de cabaret o los ángeles del noveno cielo en el Canto XXVIII del Paraíso son bailarinas en una coreografía digna de Esther Williams. Con la espléndida traducción de Marina Borràs y en la precisa edición de Libros del Zorro Rojo, la Comedia de Chwast no sólo es una lección de rigor en la adaptación sino también una de las más imaginativas y divertidas relecturas del gran monumento a la visualidad secuencial que es la Comedia de Dante.