Como una criatura mágica, como un ser mitológico. Así ha imaginado el artista plástico Isidro Ferrer la figura totémica que represente los veinte años de…
Como una criatura mágica, como un ser mitológico. Así ha imaginado el artista plástico Isidro Ferrer la figura totémica que represente los veinte años de labor editorial de Libros del Zorro Rojo.
Una figura tridimensional, tallada en madera y policromada, que sostiene en las manos un librito hecho de papel y de cartón. Un zorro (¿o zorra?) antropomórfico, ataviado con un sayal, que está directamente inspirado en las kachinas, figurillas rituales de ciertas tribus amerindias del sudoeste de los Estados Unidos y el norte de México —hopis, navajos, zuñis— que ya en su día llamaron la atención de André Breton en su viaje por las reservas de nativos norteamericanos.
«En mi trabajo creativo siempre me ha gustado alimentarme de manifestaciones artísticas que no proceden de mi mundo —nos explica Isidro Ferrer, Premio Nacional de Ilustración en 2006— como la pintura, el cartelismo y la ilustración, sino de formas de expresión popular, humildes, incluso marginales, como el art brut, que son maneras de hacer profundamente expresivas y con un contenido gráfico muy fuerte pero que responden a otras necesidades, no artísticas.»
Como toda figura o símbolo ritual, el significado y la trascendencia de la kachina no se agota en una única definición, en un territorio de sentido acotado e impermeable. Las kachinas pueden ser la representación de diferentes espíritus de la naturaleza, como el rayo, la lluvia, el viento, un águila o un árbol, o bien de una fuerza vital, como la fertilidad, incluso un antepasado familiar. A medio camino, por tanto, entre el mundo visible y tangible de los humanos y la esfera de los misterios de la espiritualidad.
Así, cuando le propusimos a Isidro Ferrer que elaborara una imagen para conmemorar los veinte años de labor editorial de Libros del Zorro Rojo —en cuyo catálogo figuran trabajos suyos como la ilustración de Los sueños de Helena, de Eduardo Galeano, o El libro del té, de Kakuzō Okakura—, fue el propio artista quien se planteó la posibilidad de que el animal que da nombre a nuestra editorial encarnara una dimensión más trascendental, vinculada a lo fantástico, a la imaginación, más allá connotaciones de astucia y viveza que posee en nuestro entorno cultural más próximo. Este fue el origen de la kachina que ahora, cuando se cumplen veinte años de la fundación de nuestra editorial en Barcelona, se encarga de representarnos. La «kachina del Zorro Rojo» es un ser mitológico que tiene que ver, sobre todo, con la magia de la propia lectura. Si al fundar nuestra editorial escogimos el lema «El arte de editar» era porque sabíamos que existe también un arte de leer, y satisfacerlo lo más plenamente posible ha sido la guía de nuestro esfuerzo cotidiano a lo largo de estas dos últimas décadas.
